jueves, 30 de mayo de 2019

Dependencia, Discapacidad, Invalidez, Minusvalía y otras expresiones a aceptar en mi vida

Y poco a poco con el paso de las semanas, de los meses, de los años tengo que empezar a asimilar ciertas realidades que no tienen vuelta atrás.
Hace unos 17 años me diagnosticaron una poliartrosis y me tuvieron que reemplazar ambas rodillas y caderas por unas prótesis. Aquello me alivió y me ayudó muchísimo y me permitió hacer una vida bastante aceptable. Luego se me metieron dos cánceres por en medio y unos episodios muy agudos de mi depresión mayor recurrente y eso, claro está, me ha mermado mi calidad de vida en estos últimos años. 
Aún así, la idea de la discapacidad, invalidez o minusvalía se me hacía difícil asimilar. Yo he sido siempre una persona capaz, válida e independiente.
Y supongo que las pocas personas de mi entorno, mis pocos amigos, mis hijos tampoco podían o pueden imaginarse que ya no soy la Rose que se las arreglaba y que no necesitaba apenas ayuda.
Sin embargo ahora he llegado a una situación que mi cuerpo está cada vez más invadido por la artrosis. Espalda, brazos, hombros están doloridos continuamente. Me cuesta andar. Vestirme, ducharme o cualquier tarea cotidiana me supone sufrir mucho dolor y agotamiento. 
Estoy tomando todo tipo de medicación. Me han recetado opiáceos que, supongo, deben hacer algo pero aún así no estoy sin dolor ni un segundo del día ni de la noche. 
Y, claro, siempre viene aquella persona que te aconseja - por tu bien. Deberías perder peso, deberías moverte más, deberías probar ese u otro remedio natural, deberías hacer natación, deberías....... Lo dicen seguramente con muy buena intención pero sin darse cuenta de mi situación real.
Y luego la soledad. Porque esos consejos te lo dan y luego se van y me dejan sola ante el peligro. Durante días, semanas. Si necesitas algo, ya me llamarás. Tengo que reconocer que me cuesta pedir ayuda. Pero si lo hago, normalmente la parte que se había ofrecido está ocupada y ya verá cuando puede acudir, ya me avisará, ya me hará un hueco dentro de X tiempo... Así que he incluso contratado un "manitas" para arreglar el tejado del porche de mi patio para no tener que pedirselo a nadie. Este chico vino, en unas cuantas horas casi terminó la faena y cuando le quedó un trocito por cubrir tuvo que marcharse. Iba a volver la semana siguiente para terminarlo. De esto hace más de un mes. Es que... ni pagando (que no ha cobrado todavía)!
Ayer, por fin, tuve una entrevista con la trabajadora social para ver qué soluciones podría haber para mi en el servicio de ayuda a domicilio. Se quedó atónita que a lo largo de estos años nadie de la administración había sugerido ni siquiera que se me hiciera un trámite para solicitar una ayuda por dependencia. En 2013 me declararon una discapacidad del 66%. Y seguramente ahora el porcentaje sería más alto porque mientras he pasado por otro cáncer, depresión, y la artrosis ha empeorado mucho. 
Y ahora, oficialmente, tengo que asimilar al término DEPENDIENTE. Porque en muchos aspectos lo soy. Y espero que mi entorno lo comprenda también y me ayude.
Eso si y menos mal, la depresión la tengo bajo control y mi cabeza y mi cerebro funcionan de manera independientes, válidos y libres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario