lunes, 1 de agosto de 2016

Cuando ser optimista, fuerte y valiente empieza a ser un lastre y un problema serio… o … Reconocer la realidad y vivir con ella… o … Aceptarme y que me acepten como soy… o … Soy una retrona…

En 2013, como en muchas anteriores ocasiones, me tocó un día aparcar muy lejos de la sede de la aecc donde iba a acudir a una reunión. Llegué tarde, sofocada, echando pestes. Mis dificultades para andar me habían hecho – para variar – una mala jugada.  Mis amigas de la junta me insistían – por enésima vez – que me sacara la tarjeta de aparcamiento para minusválidos, que a mí seguro que me la concederían. Sí, suponía que sí. Pero yo me acordaba de eso únicamente cuando me tocaba aparcar lejos de los lugares donde me tocaba ir. Mientras tanto, yo iba tan “válida” por la vida. No es que me negara conscientemente, no. Pero no me sentía así – menos  válida.
Finalmente hice todas las tramitaciones, pruebas etc. y – me reconocieron un grado de discapacidad del 66%! Vaya tela…
Y, realmente, desde el año 2001 mi salud había ido de mal en peor. Empezando por un cáncer de mama y después, a partir del 2003 con una osteoatrosis degenerativa  generalizada que tuvo como consecuencia que entre el 2005 hasta el 2012 fui operada 6 veces en rodillas y caderas, llevando prótesis en ambas rodillas y ambas caderas, aparte de sufrir una lumbodiscoartrosis. Aparte de tener algun problema de salud adicional. Por todo ello me concedieron la incapacidad absoluta permanente en 2005.
Y hace dos años, volvió el cáncer y me hicieron una mastectomía, quimío etc.etc.
Siento ser algo explícita con todo este historial pero creo que ya es hora que salga del armario y que se sepa que hay detrás de esos momentos de “flojera” de Rose.  Que la gente me pregunta qué me pasa cuando voy con una muleta…
Que puedo ser muy fuerte y valiente, pero que incluso yo tengo mi límite y que me canso, y que necesito más ayuda de lo que muchos se pueden imaginar y de lo que yo quisiera reconocer.
Reconozco que soy luchadora, que no me rindo fácilmente. Creo que no estaría aquí si no fuera así. Soy como esos muñequitos con la base curvada que, cuando les das un golpe, se tambalean pero luego se vuelven a incorporar… De momento he salido todavía de todos los retos que me ha puesto la vida, que han sido unos cuantos, no sólo en el sentido de la salud, pero me gustaría descansar un poco. 

Estos días, que he tenido que quedarme en casa manteniendo reposo, he pensado mucho en ello y realmente está esa parte de discapacidad importante que he dejado de lado, a la que no le he hecho el suficiente caso, como si no fuera conmigo. Digamos que mi lucha principal fueron mis cánceres y por lo demás, todo iba más o menos regular. Y eso no es verdad.
Soy una mujer independiente, vivo sola, me las arreglo como puedo. Pero realmente a veces me cuesta y no es nada fácil.
Me asusta esa soledad no deseada que empiezo a vivir al perder movilidad. Amistades verdaderas hay pocas y es como en todo, la gente prefiere estar con personas que no tengan ese tipo de “problema”.
Alguna vez incluso me he atrevido a soñar a volver a tener pareja… ilusa de mí… Pero ese tema también es muy complicado. Porque con los años, de por si, te vuelves rara y exigente (eso ya sin ningún “handicap” físico), tampoco me veo  con un yayo de mi edad – lo siento…  (ya sé… tullida y encima exigente… ), y los milagros no existen.
Este año he cumplido 62 años, tengo todavía mucho por hacer, tengo una mente demasiado joven como para rendirme y apalancarme, tengo muchas inquietudes y muchos sueños!
Sobre todo, no quiero dar pena. Tengo que replantearme, reacceptarme, reorganizarme.
Valer, valgo para muchas cosas – lo sé! Es simplemente cuestión de adaptarme.

2 comentarios:

  1. Te entiendo perfectamente, seguro que eso no te sirve para nada,pero...no eres un bicho raro,eres una persona que pone nombre a las emociones y habla con naturalidad de las dos caras de la moneda.La vida es complicada ,cuanto más la valoras más lo es ; las personas con las que la recorremos unas veces la iluminan ,otras la oscurecen y nosotros en ese seguir caminando nos ...perdemos y nos volvemos a encontrar y cuando lo hacemos a veces nos cuesta reconocernos .No se Rose ,a veces la respuesta está en ...no pensar demasiado y dejar fluir....Besos guapa

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar